APAREAMIENTO Y CRIANZA
Por: Tan Bark
El mejor y el
peor criador son iguales 364 días al año. Donde difieren es un día de Enero o
principios de Febrero cuando aparean sus aves. La clave del asunto es la
selección de sementales, la habilidad para seleccionar la mejor ave y aparearla
tratando de obtener los mejores resultados. Este es un don que se tiene y que
algunos nunca podrán adquirir, no importa cuánto lean o que tanta experiencia
tengan. Deles un trío exactamente igual a Juan y Pablo y en cinco años Juan
apaleara a Pablo en cuatro de cinco ocasiones.
Conozco hombres de negocios
profesionales que han tenido éxito en la vida, que preferirían criar un lote de
gallos que derrotaran a cualquiera en lugar de ser elegidos Gobernadores de su
Estado y que hacen un mejor esfuerzo y fallan miserablemente. Conozco grandes
pastores que no son capaces de criar buenas aves. Conozco millonarios que
gastan fortunas comprando sementales y adquiriendo el mejor equipo posible, los
cuales no pueden criar pollos que valgan un dólar cada uno.
Conozco criadores de
caballos de carreras que están a la cabeza de los demás, pero no pueden criar
buenos gallos de pelea; y también conozco muchachos de poca experiencia y aún
menos conocimientos, que siempre producen buenas aves. Así es que creo que la
habilidad debe de ser innata y este artículo solo tratara de mostrar unos
cuantos puntos que creo haber aprendido. Creo firmemente en seleccionar los
sementales en el palenque. Los buenos peleadores solo han sido producidos a
partir de ganadores.
Existe una cierta variación en la habilidad combativa de
un grupo de hermanos, aun en familias consanguíneas y uniformes. La diferencia
puede ser muy pequeña pero existe. En cada generación usted ira cuesta arriba o
cuesta abajo, no puede quedarse estático. Es mejor ir cuesta arriba en un uno
por ciento que cuesta abajo en el mismo porcentaje. Es peligroso seleccionar un
semental por su apariencia. Adivinar por la apariencia cual es el mejor
peleador de diez hermanos, es demasiado incierto para mí.
Hace algunos años
obtuve una familia de aves consanguíneas. Solo vi un peleador mediocre de esta
familia y vi pelear a muchos. Dio la casualidad de que este peleador era el
animal más fuerte y mejor formado que he criado o he visto en mis doce años de
experiencia con esta raza. Era perfecto y pasaba horas observándolo. Perdió su
pelea después de una hora, por picar cuando debió patear. Si hubiera sido un
peleador ordinario hubiera podido ganar y es el único espécimen de esta familia
con una falla seria. Tenía un hermano carnal no tan bien formado que fue
probablemente el mejor peleador y ganador que he criado y también el semental y
productor más grande de ganadores.
Sus hijos, nietos y bisnietos, todos fueron
peleadores increíbles, superiores al promedio de la raza. Un gallo debe
mostrarme sus cualidades antes de seleccionarlo como semental. Quiero verlo
ganar pero ganar rápido y avasalladoramente. No quiero decir que deseo verlo
ganar en sus primeras voladas, lo cual es probable que sea tanto suerte como
habilidad, pero si quiero verlo ganar en un mano a mano de mucho dinero con un
gallo de primera clase que este en las manos de un hombre de gran capacidad,
que derribe a su oponente en dos a tres tiros y luego que lo acabe con estilo.
Un gallo que toma demasiado tiempo para batir a su oponente es superado, ya sea
porque el oponente lo mantiene a raya o porque sea mal cortador. Me gusta ver que
mis gallos se recuperen y ganen después de ir perdiendo, y aprecio a los que
ganan coraje; pero la clase que quiero perpetuar es la de aquellos que son tan
buenos que pueden ganar como les dé la gana.
Lo que se quiere
en las aves es efectividad y eficiencia para matar, así que crié con ese
propósito y seleccione sus gallos que han probado ser buenos para matar. Deje
que sus hermanos demuestren su habilidad para recuperarse y ganar peleas
largas, si es necesario, pero solo crié con el gallo que sea lo suficientemente
bueno para mantenerse siempre al frente. Sin embargo, antes de seleccionar su
mejor peleador considere el récord de sus hermanos ganadores.
Puede ser que el
haya sido el único bueno de seis hermanos y eso está muy por debajo del
promedio de una familia. Por lo tanto no criaría con un gallo, cuyos hermanos
no hubieran ganado la mayoría de las peleas, no importa lo bueno que sea.
Conserve récord de las batallas, ellas son las que cuentan la historia.
Calcule el porcentaje de batallas ganadas por
cada rama de la familia y así podrá decidir qué línea criar sin necesidad de
adivinar. Voy a contarles la historia de uno de los pastores más grandes de este
país, el cual podía preparar los gallos como mago, pero no tenía el don de una
mente analítica.
En los cinco años
que tuve contacto con el peleo cinco compromisos y gano tres de ellos. Siempre
utilizaba los gallos de criadores que llamaremos A y B. Después del último
compromiso, un amigo y yo estuvimos en su granja y nos dijo que iba a criar con
los gallos de A. Mi amigo le pregunto, cuales prefieres, los gallos de A o los
de B?, a lo cual contesto "los gallos de A son los mejores del
mundo".
Mi amigo replico,
"he observado tus últimos compromisos y llevo un récord de cada gallo
peleado. Anoche hice cuentas y note que con los gallos de A has ganado una
pelea y has perdido 16, mientras que con los gallos de B has ganado 22 peleas y
perdido cuatro". Esto era absolutamente cierto pero a mi amigo lo tacharon
de "amateur que no conocía los gallos buenos cuando los veía".
Desde luego que
son raros estos casos de tal estupidez, pero la estadística es una ayuda
valiosa para determinar quién es quién: así, si queremos saber quiénes son los
mejores bateadores en el béisbol, los récord nos lo dirán y no las opiniones de
los aficionados. Una vez hice dos cruzas de una raza y envié a un amigo ocho o
diez gallos de cada una para que los probara.
Después de cada
pelea me mandaba las marcas de cada gallo y el resultado de las peleas.
Finalmente me escribió diciéndome "destruye esas dos cruzas que no son
buenas. No pude ganar la ventaja con ellas". Se quedó muy sorprendido
cuando le mostré los récord que mostraban que con una de las cruzas había
ganado seis de siete peleas y todas las que había perdido eran de otras cruzas.
Le dije
"debes de estar acostumbrado a grandes gallos ya que no te conviene ganar
seis de siete peleas". Él se quedó sorprendido y dijo "supuse que
ninguno de ellos era muy bueno". Antes de decir si un gallo es un buen
peleador y se pueda usar como semental, considere la clase de gallo a los que
les gano. Todos se ven bien cuando van ganando por lo que ganarle a una maleta
tiene poco mérito.
Si su gallo gano
en un compromiso de mucho dinero contra un gallero competente, entonces sabrá
que su ave apaleo a un auténtico gallo de pelea y no a un pato. Después de
seleccionar el gallo viene la parte más importante de la crianza: la gallina.
Su relación con el gallo y el récord de su padre y hermanos es lo primero que
debe considerar. Respecto a la relación, considere que tan consanguíneo es el
gallo como la gallina.
Si el gallo es
intensamente consanguíneo, entonces la gallina debe ser de una rama de la
familia no muy cercana. Si el gallo no es muy consanguíneo, entonces puede
aparearlo con una gallina bastante cercana a él. Nunca vi mucho beneficio al
criar con hermanos y hermanas, pero cualquier otro tipo de apareamiento es
bueno.
Como el gallo fue
seleccionado por su actuación en el palenque y no por su apariencia, es posible
que tenga pequeños defectos físicos. Nunca críe de un gallo que tenga fallas
serias aunque sea buen peleador, pero hágalo si las fallas son menores y pueden
ser corregidas por la gallina. Si él es estrecho y zancudo, selecciónele una
gallina ancha y baja.
A esto se le conoce como la regla de la
compensación. Si el gallo es largo, selecciónele una gallina corta. Lo que debe
de buscar en la gallina es conformación, poder, vigor, y vitalidad. Nunca vi
una gallina floja de carne y de plumas sueltas que produjera buenos pollos sin
importar que tan bueno fuera el gallo. Además de habilidades, buena
conformación y pedigrí de ganadores, tanto en el gallo como en la gallina,
también se debe buscar vigor, vitalidad y buena constitución.
Me gustan las
gallinas activas y escandalosas que mañana y tarde siempre están rascando y
buscando algo. Me gustan las gallinas que tienen el buche lleno y saliente.
Esas gallinas comen como caballo y tienen la constitución de una mula. A una
que le falte apetito le faltara constitución. También me gustan los gallos
activos, nerviosos, alegres, cacareadores, que sean galantes con sus gallinas,
amables con los humanos y se ponen nerviosos cuando se toman en las manos.
No criaría de un
gallo que no se pudiera manejar fácilmente. Cuando se alimenta debe buscar
contento la comida hablando y cacareando, que coma todo lo que les de uno y se
lo coma rápidamente. Tales acciones son muestra no solo de una constitución
sólida sino también de corazón y de coraje en un gallo. Sin excepción, los
mejores sementales que he tenido eran gallos caballerosos, de fácil manejo,
cacareadores y alegres. Los que atacan al hombre usualmente no tienen cerebro.
Una gallina no
puede tener demasiada energía nerviosa; me gustan las que protegen a sus pollos
con su vida y cuando una gallina pelea quiero que sea rápida y activa, pero no
utilizo peleoneras de mal temperamento. He conocido dos gallinas que podrían
pelear tan fieramente como un gallo. Ellas matarían a cualquier otra gallina
que se les acercara y podrían una tras otra seguir tirando picotazo hasta que
no pudieran levantar la cabeza, pero ambas eran cruzadas y dieron hijos
correlones. El deseo o habilidad de una gallina a pelear no indica nada.
Las gallinas que
han producido los mejores gallos ganadores fueron siempre de buen temperamento
y comportamiento. Para mejorar una familia, lo más importante es hacer
apareamientos individuales para saber de cual gallina salieron los mejores
gallos. Dos hermanas nunca dan gallos exactamente iguales.
Ningún buen criador alterna sus sementales con
las gallinas aunque sean hermanos. Él quiere saber el linaje exacto de cada ave
que cría. La gallina es dos tercios (2/3) partes del apareamiento, por lo cual
es más importante conocer la madre de cada pollo. Esto es latoso pero necesario si quiere tener éxito. La naturaleza produce individuos sorprendentes, digamos uno entre 300 o 400 individuos.
Por ejemplo, un súper
gallo que sea tan bueno y tan prepotente que todos sus hijos son ganadores
seguros. He conocido cuatro o cinco de estas aves durante los últimos diez
años. Son minas de oro para cualquier criador que solo mediante apareamientos
individuales puede detectar esas aves y entonces está avanzando cuesta arriba.
Solo añadiré algo más: el novato siempre quiere criar con sus aves más grandes.
Las aves grandes
tienen muchas desventajas. Comen más y son menos activas, más difíciles de
mantener en cautiverio y se deterioran más rápidamente. Nunca he conocido un
buen semental que haya pesado más de 2,500 kilogramos en el palenque, y uno de
los mejores que he conocido peso 1,985 kilogramos. Muy rara vez un gallo de más
de 2,500 kilogramos puede igualar en rapidez y velocidad a sus hermanos
pequeños. Un gallo grande hereda la falta de velocidad.
Para semental
escogería uno que pesara de 2,150 a 2,380 kilogramos. Sus hijos saldrían como
de 2,040 kilogramos que es lo que se busca. El objeto es pelear gallos y no
venderlos para carne. En el mejor trío de aves que tuve, el gallo pesaba 2,155
kilogramos y sus gallinas 1,645 y 1,700 kilogramos. He criado numerosos de sus
descendientes y los que les han apostado, han ganado más dinero que con
ningunos otros.
Nunca he criado de un gallo de menos de 1,985 kilogramos o de más
de 2,840 kilogramos de peso. El primer indicio de que un criador se ha graduado
de novato es cuando empieza a criar de aves de tamaños medianos a chicos.
Fuente: http://gallosnavajeros.com/
Fina cortesía de: Gallos Fina Estampa
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